La Guardia Urbana de Reus (Tarragona) ha iniciado este martes las sesiones prácticas del programa de educación vial para formar a los jóvenes de la ciudad sobre cómo circular de manera segura por la ciudad con vehículos de movilidad personal. Las clases se llevan a cabo en el parque de tráfico con alumnos de 4.º de ESO y 1.º de BAT; y hasta ahora se ha cerrado la participación de unos 790 jóvenes de 7 centros educativos.
La Guardia Urbana de Reus adquirió cuatro patinetes eléctricos para integrarlos en el programa de educación vial. El cuerpo de seguridad municipal planteó este programa de formación específico ante la detección de un elevado desconocimiento de las normas de uso por parte de los usuarios; que coincide con una importante proliferación de esta tipología de vehículos en la ciudad.
La importancia de estas sesiones se entiende por la popularidad de los patinetes eléctricos en todas las ciudades, pero también por esta cifra: en tan solo dos meses, la policía local ha levantado 161 actas a conductores de este vehículo. ¿Las más comunes? Sanciones por circular más de una persona a la vez en este transporte unipersonal; por ir por la acera y no por las vías correspondientes –carriles bici o zonas de velocidad máxima a 30km/h– o por conducir llevando los auriculares puestos (algo que puede conllevar una multa de hasta 200€).
Alex es el primero de los alumnos en salir a hacer el circuito. Allí debe poner en práctica toda la teoría aprendida anteriormente. Junto a tres compañeros, se desplaza por el Parc de Trànsit, dónde la calle Civisme o de la Convivència son el objetivo al que llegar sin causar ninguna infracción. Como sus otros compañeros, su principal olvido es el de indicar bien hacia dónde va. Lo que en coche sería poner los intermitentes. «Hay que hacerlos como en la bicicleta» señala el caporal de la Guàrdia Urbana, Pedro del Toro, que se encarga de indicar a los jóvenes las distintas infracciones que cometen. «Los chicos salen muy contentos de las clases prácticas», valora el agente. Lo que más les preocupa, explica, es conocer si hay que ponerse el casco: «no es obligatorio de momento, pero sí muy recomendado, como el hecho de asegurarse». Lo demás, es seguir la normativa que se aplica a cualquier vehículo «y ser consiente que no se puede circular fuera de la ciudad».