La empresa Wind de alquiler de patinetes eléctricos, ofrece sus patinetes al personal de los hospitales de Málaga durante la crisis del coronavirus por un precio mínimo.
Gracias a la caridad de muchas entidades que están apoyando esta crisis, empresas como Wind, han decidido darle un uso social a su flota, compuesta por unas 70 unidades. Los operarios las están desplegando mayoritariamente junto a los hospitales Regional (Carlos Haya), Clínico y Civil. De esta manera, quedan a disposición de médicos, enfermeros, celadores, auxiliares, etc; y también de familiares de pacientes, para que los puedan usar para agilizar sus desplazamientos. Mientras dure la alerta sanitaria, se ha establecido una tarifa mínima de cinco céntimos por minuto, sin ningún coste adicional (hasta ahora se cargaba un euro por poner en marcha el patín, y 0,15 euros por minuto).
El responsable para el sur de Europa de Wind Mobility, Gerard Sellarès, explica que se ha bajado el precio «a lo mínimo posible», y aclara que para ofrecerlos totalmente gratis habrían tenido que hacerlo por la vía de los códigos promocionales, que «a veces fallan, y lo que menos queremos ahora mismo son fallos». Un desplazamiento medio, que es de diez a quince minutos, costará de 50 a 75 céntimos.
«Estamos operando las 24 horas para ayudar en los desplazamientos urgentes», asegura. «Hemos mantenido la flota en la calle y antes de recogerlos, pensamos que podíamos ayudar». El ofrecimiento se ha hecho llegar ya a las direcciones de los centros para que lo divulguen entre su personal, y aparece en la aplicación del móvil cuando se selecciona un vehículo. La acogida está siendo buena: desde el despliegue junto a los hospitales Wind está contabilizando unos 30 viajes al día. La empresa está tomando las máximas medidas de seguridad, con una desinfección diaria de los patinetes, mientras que los operarios que los despliegan y los retiran cada día trabajan en solitario y con guantes de un solo uso.
Sellarès asegura que su intención no era dar a conocer esta acción a través de los medios de comunicación, pero ha accedido al ofrecimiento de SUR para facilitar «que llegue a los doctores y enfermeros de los hospitales, con eso ya me conformo». La demanda de esta forma de movilidad de ‘última milla’ ha bajado un 95% desde el confinamiento, algo que, a su juicio, es positivo porque quiere decir que la gente se queda en casa, «pero todavía hay un 5% de usuarios que necesitan desplazarse, y por eso hemos decidido quedarnos en la ciudad».