Al igual que está ocurriendo en muchos puntos de España, hoy le ha tocado el turno a Málaga con su nueva normativa, que según reclaman los vecinos de la ciudad, dificulta e impide el uso correcto de estos vehículos de movilidad personal.
Como término general, las bicis y los Vehículos de Movilidad Personal (VMP) tendrán que salir de las aceras, de las calles peatonalizadas y de los paseos marítimos, y circular por las carreteras –la nueva red de carriles 30– y por los carriles bici. Pero en este punto hay que diferenciar entre vías 100% peatonales del Centro, como puedan ser Larios, Alcazabilla, y los paseos marítimos; y las llamadas «zonas de acceso restringido al tráfico rodado (entornos protegidos)», que podríamos llamar semipeatonales, caso, por ejemplo, Comedias, Nosquera o Madre de Dios, entre muchas otras.
Y aquí surge la primera confusión. En las vías peatonales, al igual que en las aceras y en los paseos del litoral, se prohíbe la circulación de bicis y VMP. En cambio, sí pueden hacerlo –como también los coches y las motos– por el otro tipo. Hay una excepción, como apunta el estudio de la norma elaborado por Ruedas Redondas (el colectivo ciclista de la ciudad), y es que el usuario sea un residente. «Si vives dentro de esta zona vas a tener autorizado circular en tu bicicleta pero si no eres de esa zona vas a tener que desmontar para cruzarla a pie».
La idea general, según apuntan fuentes del Área de Movilidad, es que los residentes del Casco Histórico o quienes tengan una motivación familiar o profesional –padres residentes o su lugar de trabajo– estén autorizados a llegar hasta allí, aunque lo aconsejable es bajarse. «Tendrán autorización para salir y entrar hasta el punto más cercano con viario autorizado, pero no para pasear, esa es la filosofía», aunque habrá que articularlo en la práctica y matizar los supuestos. Esta cuestión está generando confusión también entre los agentes de la Policía Local que tendrán que velar por su cumplimiento, y de hecho el área va a impartir una formación específica sobre la nueva normativa.
Otra controvertida excepción es que las bicicletas y VMP «explotadas comercialmente mediante rutas organizadas con fines turísticos podrán circular únicamente por los itinerarios que se autoricen para tal fin», y ello supone que podrán ir por calles en las que los particulares no están autorizados.
Sobre los requisitos para poder rodar legalmente, los usuarios de VMP tendrán que llevar el casco a mano, pero no siempre será obligatorio: sólo cuando vayan circulando por la carretera. Lo que ocurre es que en la práctica es casi imposible hacer un itinerario de cierta distancia sólo por carriles bici, por lo que en algún momento habrá que ir un tramo por la calzada, y el entonces tendrá que ponerse el casco. No sólo eso: en estos casos también es obligatorio el chaleco amarillo o, como alternativa, llevar elementos reflectantes visibles (por ejemplo, en la mochila). Otra cuestión, como es el seguro de responsabilidad civil, sólo será obligatorio para las empresas de alquiler, pero no para los particulares.
Por otro lado, se produce la paradoja de que en los carriles 30 (limitados como término general para todos los vehículos a 30 km/h) los patinetes podrán ir a un máximo de 25 km/h, aunque por construcción pudieran alcanzar la velocidad máxima y, por tanto, entorpecer menos la circulación.
De esta forma, el colectivo Ruedas Redondas ha anunciado que van a presentar alegaciones contra esta normativa con el fin de luchar por una regulación justa.