Ayer se inmovilizó un patinete eléctrico ilegal en Pontevedra, sin homologar y con modificaciones caseras que ponían en riesgo la seguridad del conductor.
Todo comenzó en la ciudad de Lérez, concretamente en la calle Josefina Arruti, cuando una patrulla observó como lo que parecía un patinete eléctrico circulaba por la acera en dirección a la calle Estación. Este usuario además de circular por la acera iba hablando por el móvil y el tipo de vehículo también levantó sospechas entre los policías dado que estaba dotado de sillín y una gran batería.
Una vez identificado el conductor (un menor de 17 años) los agentes comprobaron que no se trataba de un patinete eléctrico o al menos de los que están catalogados como VMP (vehículo de movilidad personal) sino que más bien se parecía más a un ciclomotor de dos ruedas perteneciente a la categoría «L1e«. Ante estos hechos, los agentes procedieron a la inmovilización del vehículo y a la tramitación de las correspondientes denuncias.
Y es que desde la Policía Local explican que en la actualidad hay mucha confusión sobre este tipo de vehículos, su uso, características técnicas y los requisitos para poder conducirlos. Así, a la hora de comprar uno de ellos, es importante saber cuáles son sus limitaciones.
La Policía Local explica que una primera clasificación jurídica y técnica sería la siguiente: En primer lugar están los que se consideran VMP. Su regulación jurídica está pendiente de la aprobación de un Real Decreto que está en desarrollo. En todo caso, se debe tratar siempre de un vehículo de una o más ruedas dotado de una única plaza y propulsado por motores exclusivamente eléctricos sin que el vehículo pueda pasar de los 25 km por hora. Solo pueden estar dotados de sillín si están dotados de sistema de autobalanceo.
En cualquier caso, recuerdan que están considerados como un vehículo y deberán respetar las normas de tráfico como tal: no podrán usar las aceras, no se podrá utilizar dispositivos de audio, tienen la obligación de someterse a pruebas de alcohol y drogas.Eso sí, no requieren de permiso de conducción,de circulación, ni seguro obligatorio.
Por último están los vehículos «ilegales» que son aquellos que no cumplen los requisitos técnicos o no están homolgados por la UE. Estos solo pueden utilizarse en espacios privados, como era el caso de este interceptado en Pontevedra.