El pasado jueves se organizó un control policial en Zaragoza en contra de los VMP con el objetivo de recaudar e imponer multas a los patinetes, campaña que los propios usuarios de patinetes eléctricos han reclamado y rechazado por su mala praxis.
Algunos afectados de este control se llevaron a casa una multa de 500 euros y la incautación de su vehículo. Los afectados, así como la propia asociación de usuarios Azuvemp, aseguran que estas sanciones “son recaudatorias” y que no se ajustan a la normativa. La Policía Local, en cambio, asegura que se basan en una instrucción que emitió la Dirección General de Tráfico, en la que se dice que si el vehículo “desarrolla una velocidad superior a 25 kilómetros por hora, no tiene la consideración de VMP”.
Adrián Lorente es uno de los afectados. Cuenta que circulaba por el Coso “correctamente” y que le paró la Policía Local. “A todos los usuarios nos pedían documentación, nos cogían el patinete y los aceleraban en vacío -levantando la rueda, sin nadie encima-. Y se multaba a los que marcaban más de 25 kilómetros por hora en el ‘display’ -el indicador de velocidad del propio patinete-”, relata Adrián. El suyo, un patinete “normal” comprado “en una tienda normal”, superó esta velocidad. La Policía le multó por “circular con un vehículo que carece de la correspondiente autorización administrativa”, es decir, porque no se considera un VMP debido a la velocidad que puede alcanzar. La multa le supuso 500 euros y la incautación del patinete. Este vecino de Zaragoza recurrirá estas sanciones.
Guillermo Rollo, presidente de la asociación Azuvemp de usuarios, señala que esa comprobación de la velocidad es “totalmente irregular”. “No se puede usar la pantalla del patinete para ver la velocidad, tiene que hacerse en un banco de pruebas”, apunta. Según señala, prácticamente cualquier patinete, hasta los de menor potencia, superan los 25 kilómetros por hora en una prueba en vacío. A su juicio, esta campaña es “recaudatoria” y supone “un aviso a navegantes”.
El dueño de la tienda My Little Hobby, Javier Andreu, especialista en patinetes, apunta que el vehículo de Adrián Lorente -él se lo vendió- “se ajusta a la normativa”. “Fue adquirido en 2021, cuando regía la ordenanza que decía que los patinetes no podían circular a más de 25 kilómetros por hora, pero que eso no significa que no puedan alcanzarlos, y más en vacío”. La DGT impulsó un decreto-ley el pasado mes de enero que exigirá -entre otras cosas- que estos vehículos tengan una potencia máxima de 1.000 watios. No obstante, los patinetes actuales están exentos de cumplir esta y otras normas “hasta 2027”, apunta Lorente. “Es como si compras un coche de gasolina y al año siguiente los prohíben; te darán un tiempo para cumplir la norma”, ejemplifica.
Desde la Policía Local no se quisieron pronunciar sobre las sanciones concretas del pasado jueves, ni sobre las comprobaciones que hicieron los agentes. Las fuentes consultadas señalan que los miembros del Cuerpo, generalmente, se basan en las instrucciones que emitió la DGT en 2019, y que dejan claro que “si un vehículo desarrolla una velocidad superior a 25 kilómetros por hora, no tiene la consideración de VMP”, por lo que no tienen la autorización administrativa necesaria y deben ser multados con 500 euros de sanción y la inmovilización del vehículo. Exactamente lo que aplicaron el pasado jueves.
El problema, insisten los afectados, es que la prueba para comprobar si exceden esa velocidad o no “no puede hacerse en vacío”, y las características técnicas de los vehículos -en su inmensa mayoría- garantizan que no se va a superar los 25 kilómetros por hora.